El envío histórico de remesas a México pudo alentarse con la repatriación de capitales de algunos migrantes que preparan su regreso al país, explicó el investigador Jorge Durand, académico de la Universidad de Guadalajara (UdeG). Destacó que el pico de fondos registrado en el primer trimestre del año fue extraordinario y temporal.
El especialista consideró que uno de los motores de los envíos de recursos es la solidaridad del migrante con la familia, principalmente los padres. Recordó que México tiene una “migración madura” con paisanos con más de 20 años trabajando allá.
“Hay un sector de migrantes que está planeando su retorno, ante la situación en Estados Unidos cada vez más difícil, ellos llevan 15 o 20 años trabajando, y es cada vez más difícil la situación allá y muchos están pensando retornar, pero no sólo indocumentados, sino también migrantes legales que fueron favorecidos por la gran amnistía de 1986 y que ya están jubilados. Llegó la edad de retirarse y están optando por ir y venir y para eso deben tener capital acá”, explicó.
La semana pasada el Banco de México reportó un envió histórico de remesas durante el primer trimestre del 2020, al país ingresaron 4 mil 16 millones de dólares (MDD) y Jalisco fue el Estado que más recibió con 978.9 MDD.
El investigador dijo que está por verse la magnitud de los efectos de la pandemia entre la población migrante, pues muchos han tenido que usar sus ahorros para poder mantenerse y enfrentar la falta de empleo por la paralización de la economía. Refirió que, para su reactivación económica, Estados Unidos requerirá la mano de obra barata que representan los migrantes.
Añadió que para la economía mexicana es un riesgo que aumente su dependencia de las remesas, ante la caída del precio del petróleo y el desplome del sector turismo.
Durand consideró que, pese a la crisis económica que dejará la contingencia sanitaria, no advierte un aumento de la migración de mexicanos, pues tampoco hay alternativas de empleo en tierras estadounidenses y además los paisanos que podrían financiar el viaje y pagar los “coyotes” es probable que estén desempleados y sin recursos.
Fuente: El informador
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