Santiago, René y Didier están detrás de la oficina en América Latina de 500 Startups, fondo de Silicon Valley desde el cual han concretado, en casi una década, inversiones en 201 empresas de la región.
Santiago Zavala lleva, sin que él lo hubiera pensado en un inicio, casi 15 años de su vida relacionado de manera directa e indirecta con el ecosistema emprendedor tanto de México como de toda Latinoamérica.
Se trata de una historia que comenzó por ahí del año 2006, cuando, acompañado de un grupo de amigos, él, siempre ligado al ámbito tecnológico desde que culminó la carrera de mecatrónica en el Tec de Monterrey, empezó a colaborar en la organización de distintos hackatones.
Fue este camino el que lo llevó sin querer a empezar a relacionarse con muchos jóvenes que estaban interesados en que sus ideas no se quedaran únicamente plasmadas en papel, sino que buscaban empezar a desarrollar compañías que aprovecharan precisamente la tecnología para lograr su objetivo.
Sin embargo, existía un problema en particular, en México había hasta ese momento muy poco acceso a capital de inversión para empresas que fueran comenzando su recorrido, por lo que Zavala se propuso cambiar las cosas.
Fue así como nació, en 2011, Mexican VC’s, un pequeño fondo de venture capital que fundó y que en su primer batch de inversión, conformado por menos de 10 compañías, acabó, por ejemplo, por colocar capital en Conekta, una de las startups de tecnología financiera que mayor éxito tiene en la actualidad en el país.
Zavala pudo iniciar este proyecto en gran medida gracias al apoyo que recibió de distintos inversionistas que apoyaron su idea, entre ellos 500 Startups, fondo de inversión de Silicon Valley, en California, que decidió apostar por la idea que tenía el mexicano.
Pero la decisión de apoyar no fue casualidad. Y es que el fondo estadounidense llevaba ya mucho tiempo plantéandose la posibilidad de expandir sus operaciones a Latinoamérica, por lo que esta opción acabó por representar a la larga el empujón final hacia esta región.
Esto básicamente porque para el segundo batch, tanto Santiago como el equipo ejecutivo de 500 Startups decidieron unirse finalmente para dejar atrás el nombre de Mexican VC’s y pasar a ser la base oficial del fondo en América Latina.
“Cuando comenzamos a trabajar con el equipo de Estados Unidos con la primera inversión ellos tenían poco avance hacia el exterior, por lo que siempre les fue muy llamativo el buscar opciones regionales como la nuestra, por lo que empezamos a trabajar e hicimos muy buena mancuerna, ahí nos dimos cuenta de que existía mucha oportunidad”, dice Zavala en entrevista con Forbes México.
Un nuevo comienzo
Justamente fue de esa manera como inició formalmente, en 2013, la historia del fondo en esta parte del mundo, uniéndose a ella, posteriormente, René Lomelí y Didier Quiroz, quienes hoy son junto a Santiago los tres partners de 500 Startups Latinoamérica.
¿Qué ha pasado entonces desde esa fecha hasta el día de hoy? Muchísimo. El fondo pasó de capitalizar en un inicio a menos de siete compañías a tener en la actualidad un portafolio de 201 empresas latinas en las que ha invertido, en algunas, inclusive, hasta más de una vez.
Se trata de un trabajo que han conseguido realizar a través de 12 programas de aceleración, prácticamente dos por año, en los cuales han recibido a compañías de países que van desde México hasta Colombia, Chile, Perú o Argentina.
Para poder concretar todo esto, la filial en AL de 500 Startups ha abierto un total de tres fondos. El primero corrió de 2013 a 2015 y desde ahí se invirtióen 79 compañías, entre las que destacan, además del antes mencionado Conekta, empresas como Clip, Konfío, 99 Minutos y Facturama.
Después, el segundo vehículo de inversión corrió de 2016 a 2019 y les permitió colocar capital en otras 74 compañías, como son Kinedu, Ayenda y Yaydoo. Finalmente, 500 Startups inauguró su tercer fondo en 2019, desde el cual ya han capitalizado a 21 compañías, entre las que se encuentran Jüsto, Baubap y Terapify.
La meta es que este tercer fondo, explican Zavala, Lomelí y Quiroz, les permita hacer durante los próximos dos años y medio otras 109 inversiones , con lo que al final de este capítulo estarían llegando ya a 130 startups.
Vale la pena señalar que desde que comenzaron a operar hasta el día de hoy, la sede de 500 Startups en la región también ha concretado la realización de otras 27 inversiones más que no han estado fondeadas de manera local, sino internacional.
“El trabajo ha ido creciendo cada vez más, en la primera convocatoria del programa 70 empresas aplicaron para formar parte de él, esto en 2011, un número que ha cambiado drásticamente en comparación con la última convocatoria que corrimos este año, en la que participaron ya 1,957 startups latinas, de las cuales finalmente seleccionamos a 10”, comenta René Lomelí.
Vale la pena señalar la diversificación regional que han tenido las inversiones que ha hecho el fondo, de las cuales un 61% han caído en compañías mexicanas, 12% en argentinas, 8% en colombianas, 8% en chilenas, 4% en peruanas, 3% en estadounidenses con founders latinos, 2% en españolas y un 2% más en otros países.
Pero ojo, no todo ha sido miel sobre hojuelas, ya que los partners advierten que de las 201 compañías con las que han creado un vínculo de inversión, alrededor de 50, que representan un 24%, han cerrado tenido que cerrar por distintos motivos sus operaciones.
Avance regional
Pero el trabajo que han realizado a lo largo de todo este tiempo le ha permitido a Santiago, René y Didier no solamente apostar por compañías prometedoras, sino también observar el desarrollo que ha tenido el ecosistema emprendedor, tanto en México como en AL, el cual consideran es ya muy distinto al que conocieron en los primeros días aquí de 500 Startups.
“En un inicio el desarrollo emprendedor en la región estaba principalmente centrado en Argentina o Brasil, sin embargo, México ha ido paulatinamente creciendo y emparejando cada vez más en el tema, ejemplos hay varios, pero piensa en que antes era impensable el poder construir una empresa de tecnología aquí y hoy ya tenemos a Kavak”, detalla Didier Quiroz.
Al igual que ha avanzado nuestro país, de acuerdo con los partners del fondo, también se ha ido generando un avance significativo en otros territorios como Colombia, Chile o Perú, quienes también cuentan ecosistemas sumamente fuertes caminando.
Y en particular vislumbran dos castillos sólidos sobre los cuales la región ha venido construyendo sus cimientos. El primero de ellos es la calidad de los emprendedores que hoy están lanzándose a la aventura y desarrollando nuevas compañías, a los cuales encuentran cada vez más preparados.
“Creo que el punto partida de los emprendedores y sus compañías es hoy abismalmente diferente al de hace 9 años, cuando todo era experimentación, hay un mayor nivel educativo y eso está permitiendo que se desarrollen empresas cada vez más especializadas y con un entendimiento diferente de los problemas”, agrega Quiroz.
Fue por este desarrollo en el nivel de los emprendedores que decidieron apenas dar un giro a la relación con las compañías en las que invierten, eliminando su tradicional programa de aceleración, que tenía un fuerte enfoque educativo, para establecer una conexión más enfocada en el crecimiento de las startups.
“Al programa Somos Lucha, nombre que tiene el nuevo formato en el que estamos trabajando, le quitamos el componente educativo por lo que ya mencionamos y nos metemos más en proceso de ensuciarnos las manos con las empresas para empujarlas, aprovechando el conocimiento que ya nos ha dejado el relacionarnos con más de 200 compañías en este tiempo”, expone René Lomelí.
Y el otro castillo que consideran ha impulsado mucho el avance de las startups en la región es que ya hay más acceso a capital de inversión, mismo que está permitiendo a los emprendedores progresar más rápido.
“Este es otro panorama que también ha cambiado mucho para bien, es cierto que aún como región recibimos en inversiones de venture capital por ahí del 1% global, lo cual es poco, pero creo que se están sentando las bases para que en un futuro tengamos entre un 5 y 10%, entonces se viene una década padrísima en ese sentido”, afirma Santiago Zavala.
Es con este entorno ya dado, que el equipo de 500 Startups Latam considera que realmente lo único que hace falta a América Latina para ponerse a la par de otras regiones más desarrolladas en emprendimiento es una única cosa: tiempo.
“Todo se tiene que seguir consolidando, pero a mi parecer lo único que falta en el caso de Latinoamérica es tiempo, eso es lo único que creo que se necesitamos para llegar hasta donde están ya otros”, dice Zavala.
Fuente: Forbes México