- En febrero se registraron 112 proyectos fotovoltaicos, con 3 GW de capacidad
Desde hace algunos años, no más de diez, ante la pregunta de dónde están las oportunidades de inversión en Chile hoy en día la respuesta no es tan fácil como en el pasado. Y es que hoy existen numerosas opciones esparcidas por todo el territorio de la nación, todas atractivas.
En nuestra temprana juventud, en Chile oíamos y leíamos lo peligroso que era para la economía nacional depender de un solo producto, el cobre. El 80% de lo exportado y algo más lo constituía este metal rojo, el resto era testimonial. Era sagrado en las noticias del día recibir el precio de la libra de Cu a la apertura y cierre de la Bolsa de Metales de Londres.
Había motivos reales para preocuparse, en la memoria de nuestros mayores de entonces flotaba el recuerdo de lo sucedido con el salitre (llamado nitrato de Chile en España): en plena primera guerra mundial comenzó a ser sustituido por abonos artificiales creados en Alemania. El golpe de gracia de los fertilizantes sintéticos tuvo lugar en plena crisis económica de 1929, cuyos efectos se vieron agravados, además, por la caída del cobre. El PIB chileno no solo cayó, se derrumbó: a nivel mundial la chilena fue una de las economías más golpeadas.
La consigna de estas últimas cuatro décadas ha sido diversificarse en bienes, mercados e inversiones. Chile entero se movilizó para alcanzar este cambio, cuestión que continúa plenamente vigente y en continuo desarrollo. Las infraestructuras levantadas a lo largo del país permitieron incorporar al mundo la oferta de las 16 regiones chilenas a precios muy atractivos y competitivos. Actualmente las tecnologías están tomando posición dentro de las empresas interesadas en ser más pujantes con sus propuestas allí donde van.
En la temporada 2020-21 las exportaciones de cerezas chilenas superaron las 350.000 toneladas
Así, cada sector industrial es un universo de posibilidades para inversionistas, exportadores o importadores. En la búsqueda de la singularidad innovar de modo permanente proporciona ventajas, estar atento a lo que sucede en los mercados globales es una obligación.
En el ámbito agroindustrial, la cereza es un buen ejemplo, aunque no el único: vean si no los datos de arándanos, manzanas, kiwis, ciruelas, nueces, avellanas europeas, melocotones, uvas, aceitunas, aguacates… la lista es extensa.
En la temporada 97-98, las expediciones de cerezas a destinos internacionales sumaron entre 2.500 y 2.800 toneladas. En la 20-21 los envíos superan las 350.000 toneladas. Por volumen es la tercera fruta, tras las manzanas y la uva, pero en valor lidera el nicho frutícola, acercándose a los 2.000 millones de dólares anuales. No crean que solamente hay un mayor número de árboles plantados; añadan investigaciones varietales, cultivos intensivos, cosechas planificadas, textiles plásticos, logísticas en embalajes, manipulación en puertos y, en algunas partidas, un corredor aéreo. Cada especialidad dentro de este cultivo (y de otros) abre ocasiones para ampliar la compañía o adquirir servicios de terceros. El plan es superarse y mantener los liderazgos conseguidos.
Hoy el 24,6% de la energía generada en Chile proviene de fuentes renovables
Hablemos ahora de las energías renovables. La meta a 2025 era conseguir que el 20% la energía generada en Chile proviniera de fuentes renovables no convencionales. Pues bien, el objetivo ya ha sido sobrepasado: hoy significa un 24,6% de lo producido. Atentos a esto, el reporte energético de febrero de la Comisión Nacional de Energía (CNE) registró 112 proyectos solares fotovoltaicos en construcción (con capacidad de 3.116 megavatios -MW-), de un total de 162 centrales de generación eléctrica.
¿Qué espacios quedan para inversionistas o export-import? Muchos. Los elementos necesarios para la construcción de plantas o compañías operadoras, o innovadores en placas solares, fabricantes de trackers, limpiezas de paneles, almacenamientos, etc., pueden ser ocupados. Ya no decimos «vengan a levantar una planta solar», que también, sino que existen tantas cosas más relacionadas con los proyectos que la enumeración crece y se expande.
Intercambiar excedentes energéticos, por ejemplo. En estos momentos están en estudio por la Comunidad Andina (CAN) -compuesta por Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, y a la que Chile se uniría- unos reglamentos propuestos para la integración energética de los cinco países. ¿No le suena a algo así como la Comunidad del Acero y el Carbón de la Unión Europea en sus orígenes? Los inversores podrán establecerse en cualquiera de estos países materializando propuestas que favorezcan a los cinco contratantes.
Volviendo a Chile. Vean la fuerza con la que esto está avanzando, en el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) han constatado entre 2018-2021 un aumento sostenido del ingreso a evaluación de emprendimientos energéticos: en 2018 hubo 142; en 2019 fueron 212, y en 2020 ingresaron 383. Si nos remitimos a los primeros trimestres de cada año la secuencia queda como sigue: 34 proyectos ingresados en 2019, 111 en 2020, y 131 en 2021.
Saltemos a la minería. Aprobaron el trámite ambiental preceptivo un conjunto de 100 proyectos mineros según el Departamento de Gestión de Proyectos del Ministerio de Minería, correspondiente al mes de marzo. La inversión prevista: 25.681 millones de dólares; a lo que hay que añadir más de 83.000 nuevos empleos: 57.282 en la etapa de construcción y 23.619 en la fase de operación.
Se han aprobado 100 proyectos en minería, con una inversión prevista de más de 25.000 millones de dólares
Reservamos para sucesivas columnas dar una pincelada sobre sectores y productos como hidrógeno verde, litio, forestal, celulosa, pesquero, acuícola, construcción, infraestructuras, salud, financiero, turismo, industrias creativas, audiovisual, tecnologías, astronomía, servicios, etc. Chile presenta un ambiente de negocio dinámico y un terreno fértil para crecer en el hemisferio sur del planeta.
Perdón, casi lo olvido: el cobre sigue siendo importante, pero su peso en la canasta exportadora varía entre 47% y un 55%. Su precio muestra una tendencia a subir.
Fuente: El Economista América Tomás Pablo Roa